FABRICAS DE ALIMENTOS QUE GARANTIZAN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA ¿MEJOR UN FILTRO MAGNÉTICO O UN DETECTOR DE METALES?
Para garantizar la seguridad alimentaria por contaminación de metales, además de proteger maquinaria dentro del proceso productivo, existen dos opciones de extracción del metal con independencia de su tamaño y naturaleza: detectores de metales o filtros magnéticos. Para elegir uno u otro en nuevas instalaciones o mejora de las que ya están en marcha, os damos unas pautas que ayudarán a la elección del sistema óptimo para conseguir el objetivo de descontaminación deseada, así como rentabilidad de la inversión.
Filtro magnético o detector de metales en la industria alimentaria
Para la elección de un filtro magnético o un detector de metales, es necesario conocer una serie de parámetros sobre la naturaleza de los productos alimenticios a descontaminar, el tipo de contaminante metálico, el entorno de producción, las normativas y los requisitos específicos de la industria. Veamos:
Tipo de contaminación metálica. En función del tipo de contaminación, determinaremos la sensibilidad requerida. Es necesario saber si el metal que puede aparecer es férrico, no férrico o ambos, así como el tamaño más pequeño de metal que puede aparecer. En caso de riesgo de metales no férricos deberemos instalar al menos un detector, y en función de cómo sea el proceso productivo, podremos decidir si un detector con extracción manual o extracción automática para evitar la parada del proceso.
Características del producto a descontaminar. Las características del producto que pueden determinar un modelo u otro de filtro magnético o detector son la granulometría, su humedad, temperatura y características físicas, es decir, si se trata de sólido, líquido o sólido pastoso. Obviamente, si necesitamos detectar posible contaminación por metal en producto envasado, se requerirá un detector además posiblemente algún filtro en alguna fase anterior.
Dentro de este apartado, será un punto importante que conocer la capacidad explosiva que pueda tener dicho producto. Efectivamente, en caso de productos como el azúcar, la harina, grano, etc, será necesario fabricar y certificar el detector o filtro según la normativa ATEX.
Características del proceso de producción. La forma en que se produce el producto alimenticio o químico determinará también si se puede utilizar un detector, un filtro o separador magnético, y cuál de cada uno de estos tipos. Aquí atenderemos a si el producto es transportado sobre cinta y medios mecánicos y canal, o a través de tubería mediante propulsión neumática o de otro tipo. Para la selección del detector o canal sería importante conocer la velocidad del transporte del alimento.
Mantenimiento y limpieza. La facilidad de mantenimiento y limpieza del sistema de filtración o detección también debe ser considerada. La limpieza regular y adecuada es esencial para garantizar la eficiencia y la confiabilidad del sistema. Un diseño que permita un desmontaje y limpieza sencillos facilitará el cumplimiento de los protocolos de higiene.
Normativa y regulaciones. Es fundamental cumplir con las normativas y los requisitos legales de la industria alimentaria. Organismos reguladores, como la FDA en Estados Unidos o la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), establecen directrices específicas para la prevención de la contaminación metálica en los alimentos. Es importante seleccionar un filtro magnético o detector de metales que cumpla con los estándares y regulaciones aplicables.
